Podría escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «A traición, un juez inicuo me arrebató a mis hijos».
Los cascabeles ahora suenan diferentes,
y las norias, en las ferias, tienen ausencias de niños.
Podría escribir los versos más tristes esta noche.
Siempre antes me quisieron y ahora solo a veces,
cuando no sienten, en su nuca, el aliento de la madre.
En las noches, les daba un beso, y yo era para ellos su padre.
Ahora, soy solo visitante de alternos fines de semana fríos.
Podría escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no los tengo. Sentir que los perdí.
Esperar la carrera del lento calendario, a que marque
el viernes par, en que vuelven a mi hogar.
Los columpios se balancean, sin niños ya sentados,
y yo tenía niños, que pudieran adornarlos.
Podría escribir los versos más tristes esta noche,
si no fuera porque mañana seré aún más triste,
pues crecen mis hijos, y no poseo ya su presencia cotidiana
ni siento su crecer día a día, como antes lo sentía.
Javier Pérez- Roldán Suanzes- Carpegna
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